domingo, 18 de noviembre de 2012

Un nuevo cambio en mi vida


18 octubre 2012

Había llegado el momento de hablar con mis padres acerca de lo que ya habíamos decidido. Sabía que esto les iba a caer como un balde de agua fría, pero mi decisión estaba tomada y ellos tendrían que aceptarla. Llegamos a mi casa y mis padres estaban ahí. Les comenté que teníamos algo muy importante que decirles. Mi papá pensó que de seguro estaba embarazada, pero yo  sin dudar lo negué y le dije que era algo más serio. Les pedí que nos escucharan antes de que soltaran todos sus reclamos y sus choros mareadores. Les dije  que  habíamos tomado la decisión de vivir juntos, pero que yo no descuidaría  la Universidad y que él iba apoyarme en todo.

Se quedaron pasmados. Tardaron varios minutos en responderme. Yo esperaba una mala contestación de ellos, ya que  querían que hiciera las cosas bien. Mi madre me dijo que no era una buena decisión, pero  que ella siempre me apoyaría en todo lo que yo  decidiera, ya que era su hija y no podría darme la espalda. Mi padre al igual que ella respondió que me apoyaría, pues sabía el tipo del chavo con el cual yo iniciaría una nueva etapa. No imaginé   que ellos me dieran el apoyo, pues siempre quisieron que saliera de blanco, pero las cosas no siempre son así. Los abracé. Les dije que los amaba y que nunca me olvidaría de ellos ya que siempre iban a estar para mí.

Ese mismo día decidí arreglar mis cosas para irme a donde sería mi nueva casa. Entré a mi cuarto y comencé a  llorar. Había pasado 20 años en esa habitación. Dejaría muchos recuerdos muy lindos de mi infancia y el compartir ese cuarto con mi hermanita.  Al salir de mi cuarto  abracé a mis padres y a mis hermanos. Les dije que no los olvidaría y que ellos siempre iban a estar presentes aunque ya no como antes. Me despedí de ellos. Era momento de irme  a mi nueva casa y experimentar cosas a las cuales no estaba acostumbrada pero que no serian difíciles para mí.

17 noviembre 2012

Hoy hace un mes que vivo con mi novio. Poco a poco me eh acoplado a mi nueva vida. Debo aceptar que extraño la convivencia con mis padres y mis hermanos, pero sé que con el tiempo me iré acostumbrando. Mi pareja y yo nos hemos llevado bien hasta ahora. Sé que nos faltan muchas cosas más por vivir y experimentar, pero qué más da si los dos nos apoyamos y no me importa que tan grandes sean los obstáculos que la vida nos ponga enfrente. No puedo negar que él es el amor de mi vida.

domingo, 11 de noviembre de 2012

La propuesta inseperada



Hubo un tiempo de silencio en el momento que nos quedamos solos. Ninguno de los dos dio un paso para poder empezar la conversación. Decidí  hablar. Le pedí  disculpas, diciéndole que el tiempo que nos habíamos dado me sirvió de mucho para aclarar mis sentimientos. Tardó varios minutos en responderme. Después de un momento me  pidió que nos diéramos una nueva oportunidad y comenzar de nuevo dejando  todo lo ocurrido en el pasado. Por supuesto, acepté.

22 septiembre 2012

Han pasado ya cuatro años de aquel momento. Tengo una relación estable y a mi parecer buena, compartido  momentos buenos  como malos. Han sido mis mejores cuatros años de mi vida. Estoy segura que es el chavo con el que quisiera compartir  mi vida.  

16 octubre

Hoy me levante como de costumbre para irme  a la Universidad. Me aliste y preparé mis cosas para irme. Llegué a la escuela. Estaba a punto de entrar a clases cuando sonó mi celular. Era un mensaje de mi novio diciéndome que pasaría a la escuela por mí, pues tenía algo que decirme lo cual ya no podía esperar más. Después de aquel mensaje no podía concentrarme, pues me comían las ansias de saber lo que estaba planeando.El día se me hizo eterno. Salí de la escuela. Él  ya se encontraba en la entrada de la escuela. Lo abracé y lo besé como de costumbre. Me pidió que fuéramos a Chapultepec. En el transcurso lo único que hacía era insistirle que me soltara la sopa de lo que estaba planeando.Respondió que no me diría nada hasta llegar al lugar indicado.

Al llegar nos sentamos en una de las bancas. Ya no aguantaba las ganas de saber qué era lo que se traía  y le dije: “ya hiciste que  no dijera nada en el camino, así qué dime que es lo que te traes en manos”. Me miró  fijamente y me dijo  que era tiempo de vivir juntos ya que llevábamos cuatro años de relación. Estaba seguro de sus sentimientos hacia mí y que no jugaría con eso. Pidió que le diera una respuesta o por lo menos qué pensaba de su propuesta. Dudé  un momento y me puse a pensar en ¿Qué dirían mis padres? ¿Aún es pronto? ¿Y mi carrera? ¿Mis diversiones y salidas con amigos? Estaba segura de lo que yo sentía por él y siempre había soñado con este momento, pero jamás pensé que fuera tan pronto.

Mi respuesta fue que aceptaba irme y jugarme todo con tal de estar con él.



domingo, 4 de noviembre de 2012

La conquista



No dejaba de pensar en lo que  había decidido. Sabía que tenía todo el derecho de pedirme el tiempo necesario para pensar las cosas, pues estaba dudando de mí. No fue una agradable decisión para mí pero tuve que aceptarla.

Sabía que cometí un error si se le pudiera llamar así. Fueron dos meses en los que no tuvimos comunicación alguna. No lo veía tampoco. Decidí que esto no tenía que quedar  así, pues realmente estaba enamorada y quería ganarme  de nuevo su confianza. Decidí  reconquistarlo. Le pedí a una de mis amigas, Jessica, que me ayudara a prepárale una sorpresa y ella  aceptó. Esto iba a resultar difícil, pero no me quería dar por vencida.

Jessica accedió para prestarme su casa y  poderle hacerle algo especial. Era el lugar perfecto para que los dos pudiéramos conversar. Sus padres no se encontraban en casa porque habían salido de viaje, así que iba a estar completamente sola su casa.  Acepté y decidí hacerle una pequeña comida.

Al día siguiente   llegué  a su casa. Decidió marcarle  para invitarlo a una reunión que aria con motivo de su cumpleaños, lo cual no era cierto. Estuvieron platicando acerca de los detalles de esa supuesta  reunión, en ese momento sentí un poco de celos ya que ella podía hablar con  él, cosa que yo no hacía en estos últimos días. Me sentí un poco mal, pero con el solo hecho de saber que era para poder verlo me sentí mejor. Él aceptó ir a la reunión pidiéndole que no me invitara, aun sabiendo que yo era su mejor amiga. Ella le respondió que sí. La cita fue 18 de noviembre a las ocho de la noche. Sentí una gran emoción porque había aceptado ir, pero sin saber que la reunión la tendría conmigo.

 Era el día en el cual tendría que enfrentarlo y aclarar todo. Me cité  con Jesica para ir  de compras, buscando lo adecuado para esa noche: velas, vino, rosas, chocolates. Llegamos y preparamos todo. Decidí hacerle unas enchiladas potosinas, su comida preferida. Todo estaba  listo. Eran las 19:45 hrs y me sentía muy nerviosa ya que no sabía si realmente llegaría como había acordado y sobre toda la reacción que tomaría al verme ahí.

Tocaron la puerta. Es él, pensé. Jessica abrió la puerta.  Llegó con un ramo de rosas  y al darse cuenta que estaba ahí  se sorprendió. Mi amiga le pidió que entrara y con un poco enojo entró  Le dijo que la cita no era con ella si  no conmigo.





domingo, 28 de octubre de 2012

El secreto


Octubre 2008


Un mes de novios y hasta ahora todo había sido perfecto, pero como siempre los secretos salen a la luz y a pesar de que uno los quiere ocultar nunca es así.


¿Cómo decirle a la persona con la que llevas saliendo un mes que no es la única, y que  existe alguien mas? Jamás me imagine que me fuera a pasar esto. Tenía pareja, pero a la vez estaba con Luis mi actual novio. Jamás tome enserio a José, ya que, solo lo veía cada 3 meses y eso para mí no era un noviazgo. Luis mi novio, no lo sabía. Esto de ocultar una situación así fue incomoda. No es bueno jugar con dos personas a la vez, pensé.

El lunes en la mañana me levante  hacer mi tarea. Prendí la computadora, revisé mi red social y ¡Oh sorpresa!, José había dejado un comentario diciendo que me extrañaba y que tenía muchas  ganas de  verme. Fueron muchas emociones encontradas en ese momento: emoción, nervios, coraje, impotencia, ¿Qué iba a pensar Luis de mí? Y lo primero que hice en ese momento fue borrar el mensaje.


Al llegar a la escuela lo vi, trate de saludarlo, pero él me ignoro. No quiso ni si quiera voltear a verme. Estaba serio y lo sentí distanciado. No quise preguntarle el porqué de su molestia, era lógico lo que estaba pasando. Había leído el mensaje. En ese momento me sentí la peor de las mujeres.

No quería que las cosas  quedaran así y decidí aclararlas. Jessica, una de mis amigas la cual los dos teníamos en común noto el distanciamiento que había y pregunto el porqué,  le platique lo sucedido y me pidió que arreglara las cosas. Accedí, pues no quería que las cosas quedaran así. Me estaba enamorando y no quería perderlo.

Le pedí que hablaramos de lo sucedido, no quería que las cosas quedaran así. Pidiéndole  una oportunidad para hablar con José y que las cosas quedaran claras. Con los ojos llenos de lagrimas me respondió que porque le había hecho esto, si  estaba realmente enamorado de mi  y nunca espero esto. Le respondí  que me había enamorado de él y que lo que sentía por José ya no era amor. Movió la cabeza y solo me pidió que le diera tiempo.

Todo terminaría en ese momento...pensé. La confianza que habíamos ganado se había perdido por completo.








domingo, 21 de octubre de 2012

La declaración


 Viernes 19 de septiembre, 2008


Hoy después de un mes de ser amigos, Luis por fin decidió marcarme a mi casa. Mi mamá contesto el teléfono y me dijo que era para mí.  Tomé  la llamada y como lo suponía, era él. Estuvimos conversando alrededor de 20 minutos, hablamos de muchas cosas, hasta que me pido que saliéramos, pues tenía algo importante que decirme. Le respondí que sí. La cita fue el domingo a las 11 de la mañana en metro Cuatro Caminos.

Cuando colgué no pude evitar gritar de la emoción. Había conseguido que me marcara, pero lo mejor de eso fue, que me invitara a salir. No me importaba el lugar ni la hora, solo me interesaba estar con él y confesarle en ese día todo lo que llevaba guardado durante un mes.

Al día siguiente me desperté y lo único que quería era que  se pasara volando el tiempo  para que fuera domingo. Ese día acompañe a mis padres de compras, pues como cada mes es costumbre ir por la despensa de la casa. Le pedí a mi madre que me comprara una puesta de ropa porque al día siguiente tenía una cita. No me hizo gestos ni caras y me dio el dinero para comprar lo que yo necesitaba. Al llegar a casa aliste mis cosas y decidí irme temprano a la cama. No podía dormir de la emoción, tan solo de saber que algo pasaría mañana. Después de un largo rato por fin me dormí. El día llego.

Domingo 22 de septiembre.

Eran las 10:30 de la mañana. Salí de mi casa y me dirigí hacia el metro. Cuando llegue él ya estaba ahí. Lo salude y me dijo que iríamos a Coyoacán. Llegamos a  la estación de viveros y nos dirigimos hacia el parque. Mientras llegábamos me tomo la mano y me dijo que hoy me veía bonita dándome  las gracias por haber aceptado salir con él. Le respondí que no tenía porque darme las gracias ya que al igual que él  tenía algo importante que decirle.

Llegamos al parque. Un lugar tranquilo, bonito, con ardillitas por todas partes, con  gente corriendo y haciendo deporte. Era un día cálido y perfecto para este momento. No sentamos en una de las bancas que se encontraban en el parque y nos quedamos por un instante callados hasta que…saco de su mochila una rosa y unos chocolates. Me dio la rosa, tomándome la mano, me pidió que fuera su novia.

Me quede pasmada y sin palabras……

domingo, 14 de octubre de 2012

Con las miradas


18 DE AGOSTO DEL 2008

Eran alrededor de las tres de la tarde. Iba camino a la escuela, ya que era el primer día de clases. Había pasado a tercer semestre de preparatoria, típico,acostumbrada al alocado ambiente del turno  de la tarde, pues no quise cambiarme a la mañana porque ya había hecho amigos, y volverme adaptar a otro ambiente y amigos !Hay no que aburrido!.Esa tarde llegue a la escuela como de costumbre, temprano.Entre  al salón   y mi profesor aún  no llegaba, mientras lo esperaba mis compañeros iban entrando poco a poco hasta que hubo un chico el cual hizo que, como una adolescente,mi corazón palpitara y que sintiera: mariposas en el estomago .

Era un chavo alto, guapo, simpático, en fin ese hombre por el cual, cualquier chica moriría por tener.Entro al salón y de inmediato tomó su lugar, no pude contener verlo. Toda la tarde me la pase observándolo.

Al día siguiente me apresure para llegar temprano a la escuela, pero no falta cualquier cosa que haga que uno  siempre llegue tarde (el trafico, la salida de los niños de primaria y secundaria, en fin la hora pico). Llegue al salón y él ya estaba ahí, escuchando música en su celular y sentado en el lugar del profesor, siempre en su onda como si estuviera solo. Tome mi lugar y no pude evitar verlo.¿Acaso estará mal hacerlo? ¿Que dirán mis compañeros de mi?.Eso a mi no me importaba,lo único que  quería era que él  me respondiera también con una mirada. Así estuve por un buen rato,sin poner atención   en clase,solo observándolo. Quería que volteara a verme y paso lo inesperado, lo hizo.

Volteo a verme, porque como dicen, uno siente cuando alguien te observa, así que él lo sintió. No sabía qué hacer, si hacerme la loca o contestarle con una sonrisa y, lo que hice fue ignorarlo pero después de un rato me arrepentí.Era lo que  estaba esperando pero en ese momento no supe ni que me paso. Al darme cuenta que volteo a verme, sabia que pasaría algo más adelante.



Así pasaron varios días, sin decirnos nada solo nuestras miradas hablaban. El siempre, mientras el profesor llegaba, escuchaba su música sin hacerle caso a nadie, y yo mientras tanto solo lo veía. Al día siguiente me decide a hablarle, pues como dicen: si Mahoma no va a la montaña, la montaña va hacia él, no perdía nada en hacerlo. Al día siguiente estaba dispuesta a acercarme a el pero...¿Y si me rechaza? ¿Si no le gusto? o mas bien ¿Y si tiene novia?. Tendría que vencer ese miedo si quería saber algo de él.Me acerque y le pregunte que si podía sentarme con él y el me respondió que si. No dude y lo hice. Sabia que esto nos iba a llevar a algo mas.